lunes, 20 de mayo de 2013

Dossier 11 Oraciones Tópicas



Objetivos

Con esta actividad podrás reforzar algunas de las estrategias aprendidas tales como vocabulario, referencia contextual y conectores.

Oración Tema - Idea Principal

La oración tema en un párrafo, es aquella que se encuentra muchas veces al inicio del mismo, o algunas otras, al párrafo final. Tiene como objetivo mencionar o sugerir la idea principal de un pasaje.
La oración tema puede ser difícil de identificar; la redacción de un texto depende de la organización de la información por parte del autor, y esto tiene que ver con su estilo.
Generalmente podemos encontrar la oración tema al inicio, esto quiere decir que la organización del párrafo ha partido de la idea general, para después citar el resto de las ideas que apoyan dicha información. Recordemos que una característica de un párrafo es su coherencia, lo que implica que exista en él una referencia común de cada una de sus partes es decir, que tanto la oración principal como las secundarias se refieren a un solo hecho.
La coherencia es la organización apropiada de las oraciones de tal forma que el contenido del párrafo sea lógico y claro. También puede darse que el autor organice la información de manera distinta y que haya decidido plantear las ideas de apoyo primero, para aterrizar en la idea principal.
Esto puede darse por varios motivos, por ejemplo, dar un matiz de sorpresa al tema central del párrafo, o bien, llegar por medio de los distintos elementos de esa idea, a la conclusión general.

Ejemplo de Oraciones Tópicas.

Còmo dijimos antes, la posición más frecuente en la que podemos encontrar las oraciones tópicas en un párrafo, es al inicio del mismo. Revisemos los siguientes ejemplos tomados de "El Arte de Amar" de Erich Fromm.
Revisa con atención el siguiente párrafo:
¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno "tropieza" si tiene suerte? Este libro se basa en la primera premisa, si bien es indudable que la mayoría de la gente de hoy cree en la segunda.
En él la oración tópica es la pregunta inicial; con ella Erich Fromm nos está anunciando el contenido del párrafo.
Revisemos el sigueinte ejemplo:
Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. "Atractivo" significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente. Durante los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, una joven que bebía y fumaba, emprendedora y sexualmente provocadora, resultaba atractiva; hoy en día la moda exige más domesticidad y recato. A fines del siglo XIX y comienzos de éste, un hombre debía ser agresivo y ambicioso -hoy tiene que ser sociable y tolerante- para resultar atractivo. De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y, al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. Lo mismo que cuando se compran bienes raíces, suele ocurrir que las potencialidades ocultas susceptibles de desarrollo desempeñan un papel de considerable importancia en tal transacción. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante, no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.
En este segundo ejemplo, del mismo modo que en el anterior, la primera oración del párrafo es la oración tópica.




Revisa con atención el siguiente párrafo e indentifica la oración tópica; entonces cópiala y pégala en el espacio designado para tal efecto.
La mayoría de las gentes ni siquiera tienen conciencia de su necesidad de conformismo. Viven con la ilusión de que son individualistas, de que han llegado a determinadas conclusiones como resultado de sus propios pensamientos -y que simplemente sucede que sus ideas son iguales que las de la mayoría-. El consenso de todos sirve como prueba de la corrección de "sus" ideas. Puesto que aún tienen necesidad de sentir alguna individualidad, tal necesidad se satisface en lo relativo a diferencias menores; las iniciales en la cartera o en la camisa, la afiliación al partido Demócrata en lugar del Republicano, a los Elks en vez de los Shriners, se convierte en la expresión de las diferencias individuales. El lema publicitario "es distinto" nos demuestra esa patética necesidad de diferencia, cuando, en realidad, casi no existe ninguna.
Su respuesta : La mayoría de las gentes ni siquiera tienen conciencia de su necesidad de conformismo.
¡Excelente!

Oraciones Secundarias

Oraciones Secundarias
Las ideas secundarias en un párrafo o texto acompañan a las ideas principales con el propósito de apoyar los
mensajes claves, explicarlos reforzando el elemento central.
Son todos los enunciados contenidos en el párrafo distintos de la oración tema
y que tendrán como función apoyarla, reforzarla o explicarla.

Identificación de la oración tema e ideas secundarias

Para poder identificar cuál es la idea principal de un párrafo, hay que leer párrafo
completo pues si no, corremos el riesgo de centrarnos en un aspecto parcial del
mensaje del autor.

Cuando un autor escribe sus planteamientos, espera que los lectores compartan
con él su punto de vista. Por eso se esmera en comunicar en el texto con la
mayor claridad sus ideas. Pero no todos los enunciados son esenciales para
entender lo que dice; algunos tan sólo acompañan el enunciado principal para:
ampliarlo, ilustrarlo, repetirlo y ejemplificarlo.


En hora buena, ha llegado al final de la lección

¡Bien hecho!





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